Los buscadores se pueden clasificar en tres tipos, según la forma de obtener las direcciones que almacenan en su base de datos. Cada tipo de buscador tiene sus propias características. Conocerlas puede ayudarnos a decidir cuál utilizar en función de las necesidades de nuestra búsqueda. No obstante, hoy en día todos los buscadores tienden a ofrecer el mayor número de servicios posible, con lo que sus ofertas de búsqueda se asemejan cada vez más, siendo difícil adivinar de qué tipo de buscador estamos hablando.
La existencia de buscadores en Internet responde a una clara necesidad: poder encontrar información, de una manera más o menos cómoda, dentro de un océano de datos como es esta red. Su mecánica es bien sencilla: basta con escribir lo que se pretende buscar (un texto, una frase, etc...) y el web (pues un buscador es un web) nos indica la lista de webs (nos muestra una relación de direcciones http) en donde ha encontrado esa palabra.
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